Todos los seres humanos anhelamos el amor, amar y ser amados.
Cuando nos relacionamos con el otro en intimidad y decidimos compartir nuestro tiempo y nuestra vida con otro ser, entramos en un espacio de confianza donde las necesidades, carencias y heridas del pasado nos conectan con nuestra vulnerabilidad y en vez de responsabilizarnos de ellas y aprovechar la ocasión para sanar estas heridas, empezamos a proyectar en la pareja nuestros miedos, inseguridades, falta de autoestima y necesidades, exigiendo que el otro las cubra y nos proteja. Y cuando el otro, también proyectando y exigiendo, no lo hace, nos decepcionamos.
Lo que suele ocurrir en determinadas ocasiones es que el miedo a sufrir, a que nos abandonen, a no gustar ni ser suficiente para el otro es tan grande, que evitamos dejarnos ver tal cual somos, y acabamos mostrando un personaje ficticio totalmente acorazado, creado desde la infancia, que se va desmoronando con el paso del tiempo.
Es imposible mantener al personaje y la coraza todo el tiempo, y ¡peligroso! Pues el otro puede conocer “tus puntos débiles” y atacar, por lo que, en la mayoría de casos, incapaces de sostener este extrema vulnerabilidad, terminamos esa relación para, después de un tiempo en solitario lamiendo las heridas, volver a la rueda del mercado amoroso e iniciar de nuevo el flirteo a través del personaje fuerte y seguro.
Y así una relación tras otra relación, tras otra relación…
El amor es una flor muy frágil. Tiene que ser protegido, tiene que ser reforzado, tiene que ser regado; sólo entonces se fortalece.
Cuando no buscas amor, sino que reconoces al amor como tu propia verdadera naturaleza, sintiendo la fuente de amor en tu propio corazón radiante, eres libre, y la batalla por el amor termina. Ahora puedes dejar que los demas te amen a su manera. Sin importar lo “limitado” que pueda parecerle a la mente. Porque a través de los ojos de la abundancia, incluso el amor limitado es una bendición.
El Tantra trata de hacerte consciente de esta vulnerabilidad y te enseña a relacionarte honestamente tanto con uno mismo como con el otro, observando y aceptando todo lo que Es y aprendiendo a relacionarte con el otro desde una intimidad real y profunda, confrontando los miedos que surgen, las inseguridades, descubriendo las proyecciones, viviendo las emociones sin reprimirlas, mostrando esa vulnerabilidad y acogiendo en el corazón al niño y la niña asustada que todos llevamos dentro.
En nuestra búsqueda del amor, nos olvidamos muchas veces que nosotros mismos somos Amor.
Consulta tántrica en pareja
€80
- De 1 a 2 horas
Masaje tántrico en pareja
€300
- De 3 a 4 horas
Mini Taller de masaje tántrico
€400
- De 6 a 7 horas
.
.