Se dice que el Tantra es una vía de autoconocimiento, de investigación de la propia naturaleza del Ser Humano en sus múltiples facetas.
Además de seres humanos, también somos mamíferos, y como tales, tenemos necesidades básicas de estar en manada, de relacionarnos e intimar en grupos, de formar tribu y pertenecer a un clan, a una familia. La Ohana, como se dice en hawaiano, es la familia que respira unida. Y en tantra, recuerda, respiramos mucho.
Los vínculos afectivos que se crean entre personas que han participado y profundizado en los encuentros de Tantra son auténticos, enraizados en un compartir intenso desde lo carnal a lo divino.
Como sabéis, en Tantra no se hace distinción entre lo divino y lo mundano. En Tantra, todo es sagrado bajo la amorosa presencia de tu consciencia. Shiva, ha de estar presente. La finalidad última del Tantra es despertar a Shiva dentro de ti. Despertar tu consciencia.
En esta propuesta, te invito a lanzarte a explorar las necesidades afectivas de tu vientre, de tu segundo chakra, de Svadhistanna. Te invito a investigar tu cuerpo, la fluidez, tu espontaneidad, tu sensualidad, tus emociones, la capacidad extática y gozandina de tu ser. Sentir el movimiento expansivo de tus aguas internas. Entregarte al placer de fundirte y derretirte en el grupo, ¡en la vida! y vivenciar la fuerza de la separación e individualización como ser único.
Y te invito a hacerlo de una manera consciente, amorosa, respetuosa contigo mismo/a y con los demás, en un ambiente cuidado y seguro.
Deja una respuesta