Hace mucho tiempo que tengo la necesidad de escribir sobre el masaje de Lingam. Son como pequeños impulsos, frases que golpean mi mente pero que no terminan nunca de materializarse.
Me suele ocurrir siempre después de una bonita sesión con un hombre. Y digo bonita porque hay sesiones que emocionan hasta la última molécula de mi cuerpo y sí, no solo me pasa con mujeres, también ocurre con hombres.
Hablar de porqué los hombres acuden a consulta es querer abarcar demasiado, el abanico es infinito. Desde el curioso que ha oído hablar pero no tiene ni idea del tantra al que tiene un problema sexual serio, pasando por los que ya han probado las delicias del masaje erótico pero buscan, decepcionados, algo más sin saber qué. También vienen hombres que están ya en el camino espiritual o terapéutico: profesores de yoga, acupuntores, terapeutas de otras técnicas energéticas, maestros de Reiki y un largo etcétera de hombres que vienen porque no saben qué hacer con tanta energía cuando llevan demasiado tiempo sin practicar sexo, aun cuándo tienen pareja.
A veces es divertido observar sus reacciones al explicarles que no van a recibir un masaje normal relajante, que nuestro trabajo no se centra en el cuerpo físico que se tumba sobre el futón sino en los diferentes cuerpos energéticos que forman parte de él, que nosotros trabajamos con la anatomía energética: chakras, nadis, polos, marmas..
Y que ellos no tienen que hacer nada, sólo mantenerse con los ojos cerrados, respirando y en actitud de apertura y entrega total.
Sólo!!
Hay hombres que se abren sin resistencias y descubren un placer más allá del físico, hombres que son capaces de traspasar la barrera de lo conocido y profundizar en la capacidad perceptiva de su cuerpo, que se sorprenden al dejarse sentir, embargados por la emoción, relajados al fin de una mente alerta, activa, dominante… Hombres que aprenden a ir más allá de su animal instinto sexual controlando su voraz necesidad de esparcir su semilla para que la especie no desaparezca, hombres que consiguen dominar su propia energía sexual, felices por saber que pueden encauzarla como a ellos les venga en gana y contentos de poder evitar el dominio de su Lingam sobre todo lo demás.
Durante el masaje tántrico, vamos activando las zonas más sensibles, moviendo la energía sexual que se despereza alegre iniciando su viaje por los nadis, vamos recorriendo con las manos todo el cuerpo al ritmo de la respiración, lenta, profunda, sonora… acercándonos al Lingam para despertarlo, venerarlo y honrarlo .
El masaje de Lingam es hermoso porque no es una paja, no se trata de movimientos mecánicos friccionando hacia arriba y hacia abajo el pene. Cuando decimos Lingam, estamos hablando de la Vara de Luz y de Shiva, representado en toda India por un falo. Hablamos de la Consciencia Suprema, del poder de lo masculino.
El masaje de Lingam es la adoración a la energía masculina sana, sagrada, consciente y verdadera.
A través del masaje de Lingam, podemos despertar un torrente de energía sexual potente, suficiente para que se expanda por todo el cuerpo. Ríos de energía que fluyen a través de los nadis y que hacen estremecer cada célula del cuerpo devolviéndoles vida, color, vibración, sentimiento…
Elevándola al cuarto chakra, toda esa energía sexual encauzada golpea con fuerza el corazón, derrumbando sin compasión las corazas, limpiando las memorias dolorosas, los rechazos, los miedos, las inseguridades… despertando la capacidad de sentir, la confianza, el amor…
Amor que desborda a raudales, hombres admirándose de cuánto amor son capaces de sentir y cuánto amor son capaces de dar.
El masaje de Lingam es una sanación, una limpieza, una purificación, un éxtasis que envuelve a la consciencia en gozo natural y sagrado.
Movimientos lentos, respetuosos, estiramientos, presiones alternas… y la posibilidad de aprender a transformar la ansiedad y la urgencia de eyacular, en una cordillera montañosa mística repleta de subidas y bajadas y seguida de una meseta infinita y redonda.
Estados ampliados de Consciencia gracias a la Consciencia Pura, Suprema, que es el mismo Lingam.
El masaje de Lingam es un arte delicado, a través de las manos podemos transmitir la ternura que muchos hombres se niegan a sí mismos, o que ni siquiera conocen.
Cuántos adolescentes hay que no tienen a nadie que les enseñe cómo sentirse con todo el potencial sexual que se despliega ante sí, nadie que les oriente ante tantas dudas y preguntas, confusiones, hormonas revueltas, fantasías… Aunque tengan padres, la vergüenza de éstos, el silencio o la ignorancia ante un tema aún en día tabú, les hace sentirse perdidos, y casi obligados por la curiosidad o lo prohibido, los amigos o la propia necesidad de aprender, acaban convertidos en alumnos de Nacho Vidal y compañía, recurriendo a una pornografía totalmente patriarcal, dónde se somete a la mujer a los deseos y órdenes de los hombres, convertidas en juguetes con varios agujeros que pueden penetrar según la postura en la que el hombre, casi siempre es el hombre, las coloca.
Sexo salvaje, pasional, primitivo, instintivo, animal. Grotesco. Falso. Incluso hay animales que respetan mucho más a la hembra de su especie que los propios humanos a sus hembras.
Así aprenden nuestros hijos, y así aprendieron nuestros maridos, parejas, novios, compañeros de camino, amantes… creyendo no sólo que eso es hacer el amor sino que a las mujeres nos encanta. Y no digo que de vez en cuando un revolcón salvaje no esté bien, pero aún siendo salvaje, pasional, primitivo, animal… puede ser muy tántrico.
Sólo tenemos que aprender a hacerlo, aunque por desgracia, no hay toda una industria pornográfica que nos enseñe cómo.
Felizmente, hoy en día ya hay hombres despiertos. Algunos llevan años trabajando, sanando todas las cargas y memorias de un masculino reprimido también por el patriarcado.
Las mujeres hemos sufrido, pero también los hombres: guerras, humillaciones, esclavitud.. en este planeta azul no nos salvamos nadie, todos somos encarnaciones de seres infinitos que rondan este plano una y otra vez, sufriendo, aprendiendo, riendo, soñando y sanando.
Todos hemos sido hombres y mujeres, todos hemos sido víctimas y agresores, inocentes y culpables…
Sanando a las mujeres a través del Masaje de Yoni (Ioni) les damos alas para sentir, confiadas, capaces de resurgir un Femenino Sagrado
Sanando a los hombres a través del Masaje de Lingam les permitimos sentir, orgullosos, capaces de sostener con fuerza, valentía y presencia al Femenino Sagrado.
Sanando la energía masculina, estamos salvando a la humanidad y al planeta entero.
Sanando la energía femenina, elevamos al planeta entero a una vibración mayor de plenitud y Amor.
¿Te sumas a este viaje hacia lo Sagrado?
Abrazos tiernos,
Verma.
Que agradable aprender más del tema de tu mano y poder llegar a disfrutar mucho más de la sexualidad y no como la concebimos hoy.
¡Gracias Juan Pablo!
Hola Verna Escribeme me interesa la terapia. Bendiciones!!!