De modo que el tantra no fue comprendido; el tantra fue malentendido. Esto es natural, porque era tan profundo y tan elevado. En segundo lugar, como el tantra se mueve más allá de la dualidad, la perspectiva misma es amoral. Por favor, entiende estas palabras: «moral», «inmoral», «amoral». Entendemos la moralidad, entendemos la inmoralidad, pero se vuelve difícil si algo es amoral: más allá de ambas.
(…) El tantra es amoral. El tantra dice que no es necesaria ninguna moralidad: no es necesaria ninguna moralidad específica. Antes al contrario, eres inmoral porque tienes una mente muy perturbada. De modo que el tantra no puede poner como condición previa que primero seas moral para luego poder practicar el tantra. El tantra dice que esto es absurdo.
(…) El tantra es amoral. No te pregunta quién eres. Que seas una persona es suficiente. Estés donde estés, seas lo que seas, eres aceptado.
Elige una técnica que te vaya bien, pon toda tu energía en ella, y no volverás a ser el mismo.
(…) El tantra dice que no puedes cambiar al hombre a menos que le des técnicas auténticas con las que cambiar. Con sólo predicar no se cambia nada. Y lo puedes ver en el mundo entero. Lo que dice el tantra está escrito en el mundo entero. Tanto predicar, tanto moralizar, tantos sacerdotes, predicadores: el mundo entero está lleno de ellos y, sin embargo, todo es feo e inmoral.
(…) Los predicadores siguen predicando. Siguen diciéndole a la gente: «No te sientas furioso», sin darle ninguna técnica. Y hemos oído esta enseñanza durante tanto tiempo que ni siquiera planteamos nunca la pregunta: « ¿Qué estás diciendo? ¿Cómo es eso posible? Cuando me siento furioso, eso significa que “‘yo” soy furia, y tú simplemente me dices: “No estés furioso.” De modo que lo único que puedo hacer es suprimirme a mí mismo.»
Pero eso creará más ira. Eso creará más culpabilidad: porque si trato de cambiar y no puedo cambiarme, eso crea inferioridad. Me produce una sensación de culpa, de que soy incapaz, no puedo superar mi ira. iNadie puede hacerlo! Necesitas ciertas armas, necesitas ciertas técnicas, porque tu ira es tan sólo una indicación de una mente perturbada. Cambia la mente perturbada y cambiará la indicación. La ira está mostrando simplemente lo que hay dentro. Cambia lo que hay dentro y cambiará lo externo.
De modo que al tantra no le interesa lo que denomináis moralidad. En realidad, enfatizar la moralidad es vil, degradante; es inhumano. Si alguien viene a mí y le digo: «Primero deja la ira, deja el sexo, deja esto y aquello», entonces soy inhumano. Lo que estoy diciendo es imposible. Y esa imposibilidad hará que el hombre se sienta intrínsecamente malo. Empezará a sentirse inferior; será degradado por dentro ante sí mismo. Si intenta lo imposible, va a ser un fracaso. Y cuando sea un fracaso quedará convencido de que es un pecador.
Los predicadores han convencido a todo el mundo de que «sois pecadores». Esto es bueno para ellos, porque a no ser que estéis convencidos, su profesión carece de sentido. Debéis ser pecadores; sólo entonces pueden seguir prosperando las iglesias, los templos y las mezquitas. Tu condición de pecador es su éxito. Tu culpabilidad es el fundamento de las iglesias más altas. Cuanto más culpable te sientas, más iglesias seguirán surgiendo, más y más altas. Están construidas sobre tu culpabilidad, sobre tu pecado, sobre tu complejo de inferioridad. De modo que han creado una humanidad inferior.
Al tantra no le interesa lo que denomináis moralidad, vuestras formalidades sociales, etc. Eso no significa que el tantra diga que seas inmoral, ino! El tantra es tan indiferente a vuestra moralidad que no puede decir que seas inmoral. El tantra te da técnicas científicas para cambiar la mente, y una vez que la mente sea diferente, tu carácter será diferente. Una vez que el fundamento de tu estructura cambie, todo tu edificio será diferente. A causa de esta actitud amoral, el tantra no podía ser tolerado por los que denomináis santos; todos se pusieron en contra de él: porque si el tantra triunfa, entonces todas estas tonterías que suceden en nombre de la religión tendrán que terminar.
Observa: el cristianismo luchó muchísimo en contra del progreso científico. ¿Y por qué? Sólo porque si hay progreso científico en el mundo material, entonces no está muy lejano el momento en que la ciencia penetre también en el mundo psicológico y en el mundo espiritual. De modo que el cristianismo empezó a combatir el progreso científico, porque una vez que sabes que puedes cambiar la materia por medio de la técnica, no está muy lejano el momento en que llegarás a saber que puedes cambiar la mente por medio de técnicas: porque la mente no es más que materia sutil.
Ésta es la proposición del tantra, que la mente no es otra cosa que materia sutil; se puede cambiar. Y una vez que tienes una mente diferente, puedes tener un mundo diferente, porque miras a través de la mente. El mundo que estás viendo lo estás viendo porque tienes una determinada mente. Cambia la mente, y cuando miras hay un mundo diferente. Y si no hay mente…, eso es lo supremo para el tantra: producir un estado en el que no hay mente. Entonces miras al mundo sin intermediario. Cuando no hay intermediario, te encuentras con lo real, porque ahora no hay nadie entre tú y lo real. Entonces nada puede estar distorsionado.
De modo que el tantra dice que cuando no hay mente, ése es el estado de un bhairava: un estado sin mente. Por primera vez miras al mundo, a lo que es. Si tienes una mente, vas creando un mundo; vas imponiendo, proyectando. Así que primero cambia la mente, luego cambia de mente a no-mente.
El Libro de lo Secretos. Osho.
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