El empoderamiento de la mujer pasa por el corazón.
Esa es la verdadera revolución para las mujeres: abrir el corazón. A pesar del dolor, a pesar del miedo, a pesar de la rabia, la ira, el enfado: abre tu corazón.
La mujer es la fuerza que irradia vida y pasión, que acoge todas las formas de existencia con su infinita capacidad de amar.
La mujer es el amor mismo encarnado en la tierra.
Ella engendra vida, ama la vida, celebra la vida, ¡goza la vida!
Ella es la creatividad que salpica de belleza todo lo que toca. El caos que destruye lo que no es real y verdadero. La sensualidad que brota de sus poros cuando realmente se habita en su esencia femenina.
Cuando la mujer se vive en esencia: libre, salvaje, fluida y amorosa, entonces el masculino, interno y externo, se rinden, dejan de luchar, de protegerse y de reaccionar.
Masculino y Femenino pueden mirarse a los ojos, pueden llorar juntos, reír juntos, amarse juntos, celebrarse juntos.
Y en realidad ¿no es ese el anhelo que tod@s tenemos?
La lucha y el conflicto crean división, el amor y la comprensión, unidad.
Por un 8M más lleno de Amor.
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